miércoles, 5 de septiembre de 2012

poesia

La Tierra Del Calden

 Esta es mi tierra y su latir el mio.
Del rudo pastizal soy un retoño.
Aquí aprendí a nacer con el estío,
Y aquí quiero morir, con el otoño.

Llanuras, montes, leguas, luz de auroras
Templaron mi lama de juglar pampeano.
Sedientos de amistad acogedora.
Hallaron tibio el hueco de mi mano 

La tierra del caldén, airosa y brava.
sangría india de ínclito linaje
de mi andariega vida hizo su esclava

Y quedo aquí, cautiva del paisaje,
en el recodo donde el tiempo enclava 
el hoy radiante y el ayer salvaje  





Arturo Alberto Cestino

El Bosque de Caldén pampeano: en estado terminal




El caldén (Prosopis caldenia) es una leguminosa. Su corteza es muy gruesa y rugosa. Prospera en suelo arenoso, árido y resiste sequía, desarrollando un sistema radicular extremadamente profundo. Puede alcanzar los 12 metros de altura, es de copa amplia y aparasolada, que fácilmente alcanza los 15 metros de diámetro.

Las hojas del caldén son bipinaticompuestas, caducas, alternas y pequeñas. Su ramaje es tortuoso, con espinas cónicas dispuestas de a pares en los nudos. Sus flores son perfectas, completas, pequeñas y se agrupan en espigas pendulares amarillentas de aproximadamente 5 a 8 cm de longitud. El fruto del caldén es una vaina o chaucha carnosa achatada, a veces encorvada o espiralada de entre 10 y 15 cm por 1 cm, amarillenta con estrías violáceas. Su sabor es amargo y astringente.

Los usos tradicionales de la madera de caldén son: leña, postes, varillas, vigas, carbón, tablas para pisos (tarugos, parquet, adoquines), muebles (rústicos, amoblamientos de cocina), marcos y contramarcos de puertas, ventanas, persianas, umbrales, dinteles, colmenas, etc.

El bosque de caldén pampeano

El caldén es endémico de la República Argentina y único en el mundo. Originalmente, el bosque de caldén se extendía desde el centro y sur de San Luis, sudoeste de Córdoba y centro sur de La Pampa hasta el sur de Buenos Aires y el noreste de Río Negro. 

El bosque de caldén pampeano integra la Provincia Fitogeográfica del Espinal. Recibe esa denominación porque la especie dominante y primordial recurso autóctono del hábitat es el caldén.

El caldén es un símbolo de la geografía cultural pampeana. Considerado patrimonio natural en La Pampa, está íntimamente ligado a la fisonomía y la historia de la provincia. El escudo de La Pampa tiene un caldén sobre fondo azul en su campo superior. Se le ha rendido homenaje en poesías y canciones. En La Pampa da nombre a hoteles, restaurants, radios, estancias, agencias de viajes, y hasta portales de internet.

El caldén era el principal recurso forestal de La Pampa, a punto tal que a fines del siglo XIX y principios del siglo XX, su explotación dio lugar a la fundación de varios pueblos como Quehué (cuyo primer nombre fue Caldén), Conhelo, Rucanelo, Telén, y Loventué, entre otros. Solía ser el combustible para las panaderías y las calderas de las locomotoras cuando el carbón inglés escaseó durante la Primera Guerra Mundial. Según la revista “Caras y Caretas” de 1906, 140 vagones cargados de leña de caldén (1.400.000 kilogramos) partían todas las semanas desde Toay, Santa Rosa, Rancul y otras localidades pampeanas.

Desmonte, empobrecimiento y fragmentación
El bosque de caldén solía ser especialmente abundante en La Pampa, provincia donde el referido bosque alcanzaba su mayor magnitud, unas 3.500.000 ha., lo cual representaba el 24% de la superficie provincial.

La Pampa ha perdido más de las dos terceras partes de su bosque de caldén original, y la fracción que aún resiste presenta marcados signos de fragmentación, siendo muy difícil en la actualidad encontrar parches mayores a 1.000 hectáreas. Hoy solo resiste un remanente empobrecido, alejados de los bosques prístinos originarios, que no supera el 1.600.000 ha., apenas un 11% del territorio provincial.

El paso del ferrocarril por tierras pampeanas inició el proceso de degradación del bosque original. Aquellos pueblos que en su momento surgieron gracias al caldén ya no existen, atento la marcada disminución de la superficie del bosque.

Luego, el sobrepastoreo, el fuego como herramienta de manejo para la obtención de mejores pasturas para el ganado, la tala indiscriminada y el avance de la frontera agrícola, aceleraron aún más el empobrecimiento del escaso bosque subsistente. Esto impide que la masa boscosa pueda cumplir sus funciones ecológicas y ambientales eficientemente. La pérdida del caldenal afecta además a numerosas especies de la flora y fauna que necesitan de él para vivir convirtiéndose así en un ecosistema sumamente vulnerable.

La necesidad de nuevas áreas protegidas

La pérdida de área boscosa y la deficitaria salud del caldenal pampeano, de lo cual se ha dado noticia con creces en los últimos tiempos, no sorprende si se tiene en cuenta la alarmante y constante reducción de la generalidad de los bosques nativos en nuestro país. No solo la selva misionera, las yungas y el bosque chaqueño son víctimas del desmonte, también lo es, con la misma gravedad aunque menos difundido, el caldenal pampeano lo cual lo pone en estado terminal.

El Bosque de Caldén clasifica entre las categorías de mayor riesgo (vulnerable o amenazado) para su conservación en el documento de conclusiones del Primer Inventario Nacional de Bosques Nativos elaborado por la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación). Textualmente el informe determina que: “(...) cuando se comparan los datos de este inventario con las estimaciones de la superficie ocupada por los bosques originalmente se observa una notable disminución de la superficie ocupada por los bosques (...)”,  y agrega que “(…) en los últimos veinte años se perdió un 20 % de la masa forestal del caldenal (…)” En los períodos 1999-2000 y 2005-2006, la tasa anual de deforestación ha sido con arreglo al Informe del  –0,82 %.

Se debe destacar que los bosques nativos cumplen un rol importantísimo en la regulación del clima, la amortiguación de la caída del agua de lluvia y la detención y prevención de procesos erosivos, además de brindar refugio y alimento a la fauna que los habitan. De por sí el caldenal habita suelos frágiles y arenosos susceptibles de degradación, por lo que su extinción traería aparejado un grave empobrecimiento ambiental en razón de la erosión y eventual desertificación. 

Pocas áreas protegidas resguardan hoy porciones de los antiguos bosques: el Parque Nacional Lihué Calel, Reserva Provincial Luro, Pichi Mahuida y marginalmente la Laguna de Guatraché todas situadas en La Pampa. Esto no nos sorprende, dado que el caldenal pampeano integra la ecorregión del Espinal, una zona profundamente degradada en la Argentina y que adolece de insuficiente tutela. Menos del 1% del espinal se encuentra protegido.  

Resulta entonces necesario llevar adelante diversas acciones efectivas, a fin de remediar la grave situación observada. El caldén es un árbol único en el mundo y endémico de Argentina el cual brinda refugio y alimento a numerosas especies animales. Pero sobre todo, es parte de nuestra identidad cultural.

Por ello, urge la confección de un proyecto serio para la conservación del bosque de caldén con un marcado perfil holístico. Es indispensable la participación en dicho proyecto de especialistas en la materia, de la ciudadanía y de toda organización no gubernamental que desee formar parte del proceso.

Los espacios naturales tienden a ser cada vez más escasos y fragmentados en nuestro país y los pocos que resisten, se ven constantemente amenazados por intereses económicos diversos (soja, minería, represas). No hay otra opción entonces más que resguardar lo poco que nos queda mediante la creación de nuevas áreas protegidas. El bosque de caldén pampeano no escapa a ésta última observación. Por ello, es sumamente conveniente para la salvaguarda del caldenal pampeano la adquisición de tierras para la creación de nuevas áreas protegidas.

Asimismo, es conveniente promover la protección del caldenal en tierras privadas, a través de convenios celebrados a tal efecto, brindado incentivos a los propietarios que se muestren interesados (por ejemplo, exenciones impositivas).
La ley pampeana sobre áreas protegidas Nº 1.321 de 1991 no contempla instrumentos privados de conservación ni incentivos económicos. Tampoco lo hace el Decreto Reglamentario Nº 1.283/95. Sin dudas, una carencia que los legisladores pampeanos deben revertir a la brevedad.

Ley Nacional N° 26.331: se abre el juego

La Ley de Presupuestos Mínimos de Protección de Bosques Nativos Nº 26.331 impone a todas las provincias el deber de realizar en el plazo máximo de un año desde su sanción y a través de un proceso participativo, el Ordenamiento Territorial de sus bosques nativos. Durante la realización del Ordenamiento Territorial no se podrán autorizar desmontes. Una vez cumplido el año, las provincias que no lo hayan realizado no podrán autorizar desmontes ni ningún otro tipo de utilización y aprovechamiento de los bosques. 

El Ordenamiento Territorial deberá zonificar los bosques en tres categorías:
·         Categoría I (rojo): sectores de muy alto valor de conservación que no deben desmontarse y que deben mantenerse como bosque para siempre.
·         Categoría II (amarillo): sectores de mediano valor de conservación, que pueden estar degradados pero que si se los restaura pueden tener un valor alto de conservación y no deben desmontarse. En ellos se podrá realizar aprovechamiento sostenible, turismo, recolección e investigación científica.
·         Categoría III (verde): sectores de bajo valor de conservación que pueden transformarse parcialmente o en su totalidad.

La Ley N° 26.331 establece diez criterios para analizar y zonificar los bosques nativos: superficie mínima que necesitan las comunidades de especies animales y vegetales para sobrevivir, vinculación entre diferentes ecorregiones, conexión entre áreas protegidas, existencia de especies importantes, estado de conservación, potencial forestal, potencial agrícola, importancia en la conservación de cuencas, y el uso que le dan las comunidades indígenas y campesinas para mantener su supervivencia y su cultura. 

Si bien La Pampa ha venido trabajando desde hace tiempo en la conservación de su bosque de caldén a través de su Subsecretaría de Ecología, la provincia aún no ha cumplimentado con el deber que le impone la norma nacional referida de realizar el ordenamiento territorial de sus bosques nativos, el cual se deberá ver plasmado en la correspondiente ley provincial, previo cumplimiento de un adecuado, ajustado y satisfactorio procedimiento participativo.

Desafortunadamente no es la única provincia que está en falta. Hasta el momento solo Santiago del Estero, Salta, Corrientes, Misiones, Chaco, Jujuy y Santa Fe han finalizado con el ordenamiento territorial de sus bosques, aunque no todas por ley provincial.

La Ley N° 26.331 crea el marco normativo necesario para continuar con la tarea de preservar nuestros bosques nativos y evitar que los desmontes acaben con ellos. Las provincias deben cumplimentar con lo impuesto por la Ley a fin de acceder al Fondo Nacional para el Enriquecimiento y la Conservación de los Bosques. Dicho Fondo será distribuido anualmente entre las jurisdicciones que hayan elaborado y tengan aprobado por ley provincial su ordenamiento de bosques nativos. El dinero servirá en parte para compensar a quien no pueda utilizar su propiedad con algún objetivo productivo. Esto sería novedoso para nuestro país ya que se traduciría en la entrada en funcionamiento del primer sistema de pago por servicios ambientales.

Conclusión

La Constitución Nacional en su artículo 41 consagra el derecho a un ambiente sano, equilibrado y apto para el desarrollo humano. Las autoridades tienen el deber de velar por la utilización racional de los recursos naturales y preservar la diversidad biológica. En adición, el artículo 41 establece que todo ciudadano tiene el deber de preservar el ambiente. Cada uno de nosotros puede desde su lugar contribuir a la conservación de los espacios naturales que aún resisten, promover su expansión y conexión para evitar la fragmentación.

Siguiendo los lineamientos impuestos por nuestra Carta Magna en materia ambiental, todos y cada uno de nosotros - maestros, autoridades públicas, empresarios, abogados, biólogos, estudiantes, amas de casa, jubilados, empleados-  tenemos la obligación moral de contribuir a la salvaguarda del bosque de caldén pampeano. Esencialmente porque no podemos privar a las generaciones futuras de apreciar y disfrutar de un hábitat único en el mundo y patrimonio exclusivo de los argentinos.

¿Qué sabes del caldén/ tú, que lo has visto/ morir de pie en la pampa?/

Sabes que a veces llora,/ y a veces, canta.....?/

Lo hiere el cortafierro/ la gubia lo desgarra,/

y, lo mismo que el sándalo,/cuanto más lo golpeas es mayor su fragancia.
Juan Ricardo Nervi. Poeta Pampeano.


poesia


EL CALDEN 


Calden !!! Cuéntame tu orígen


  te pedí una calurosa tarde
y me contestaste ufano:
represento a mi raza india
y a esta tierra generosa.
Buena madera y también arde.

Amigo te digo hoy
que tan lejos estoy
eres el Rey de La Pampa
de esa llanura gigante
de mis ancestros de antes.
¡¡ Nunca podrán lastimarte !!!

Tu lozanía es perenne
chauchas y ramas es tu ropaje
en todas las estaciones
permanmeces inmutable

Cuando en tu querida tierra
arrecian las tempestades
o el viento de las guerras,
que todo quisiera llevarse,
junto a tu hermano indio
afincas tus pies en la tierra
y vencen las mezquindades.

Han pasado años
muchos siglos pasarán
en esa querida Pampa,
¡ unidos permanecerán !
A muchas generaciones
que en el mundo sonreirán
juntos: tierra, raza, árbol, 
y manso albergue brindarán.

La Pampa Argentina


Suelo
La Pampa dista de ser una provincia llana y sin accidentes topográficos notables, como lo hace suponer su denominación.

En general el suelo puede dividirse en:
1) Un área Nororiental plana, prolongación de la llanura bonaerense (Pampa Alta), con alturas medias de 120 a 160 m.s.n.m.
2) Un área centro-sur, matizada por la alternancia de valles fluviales parcialmente desdibujados por la deposición de arenas y planicies ubicadas alrededor de los 200 m.s.n.m.
3) Afloramientos rocosos antiguos y amesetados en la faja central, con alturas del orden de 300 m.s.n.m.
4) La depresión o gran llanura del Salado, en el centro-oeste, que se ubica a unos 250 m.s.n.m. con pendientes hacia el SE, cuya continuidad es quebrada por las sierras de Lihuel Calel, 589 m.s.n.m.
5) Las grandes mesetas occidentales, prolongación de la Payunia mendocina, establecen tres grandes niveles más o menos llanos de 400, 700 y 900 m.s.n.m. respectivamente. En este último caso se trata de grandes coladas basálticas, cuya horizontalidad es quebrada por escoriales, pedregales y cerritos que superan los 1.000 m. de altura y culminan en el cerro Negro.

Flora
Se distinguen varias formaciones vegetales:
1) La estepa gramínea en el NE, en buena medida sustituída por pasturas exóticas o cultivos de granos.
2) La faja boscosa central que se ubica en un gran arco, desde el límite con San Luis hacia Bahía Blanca por el centro-Este, y se caracteriza por la presencia del caldén (Prosopis Caldenia), árbol de gran porte y copa acampanada considerado árbol provincial, que coincide con los suelos arenosos y con las laderas de los grandes valles.


http://lapampaactualidadyactores.blogspot.com/2005_11_01_archive.html 

3) La estepa arbustiva que preludia los grandes desiertos del oeste donde el alpataco, la jarilla, la chilladura, el jume, el zulupe y la zampa, entre otras especies, caracterizan al paisaje.
4) Los ambientes medanosos del centro que sustentan una vegetación samófila, cuyo exponente más característico es el olivillo.
5) Los ambientes halófilos, alrededor de depresiones y bajos salitrosos, dispersos por el territorio provincial.

Fauna
Entre las especies autóctonas se destacan: la liebre patagónica o mara, cuya dispersión se ha restringido al sector sudoeste. El guanaco, el puma que habita en todos los ambientes boscosos, el zorro, el zorrino, el hurón, el peludo, la mulita, el gato de los pajonales, el ñandú y el choique o avestruz petiso de la Patagonia.


También encontramos especies exóticas, o sea no originarias del lugar, que han sido introducidas voluntariamente por el hombre, como el jabalí, la liebre europea y el ciervo colorado. Estas especies, invadieron los ambientes naturales afectando su natural desarrollo.


Entre las aves más comunes, habitantes de los lugares abiertos, se encuentra el ñandú y los inambúes, como la martineta copetona. La monjita blanca, de inmaculado plumaje, suele posarse sobre los arbustos delatando su presencia a la distancia; el gallito copetón, transita corriendo por entre la vegetación.
Otros habitantes alados como el cachalote pardo; el carpintero campestre y el real; la lechucita de las vizcacheras, habitante de cuevas; el cardenal amarillo, que frecuenta los escasos bosques; el águila mora, imponente predador alado; el pecho colorado, de llamativa coloración y el loro barranquero que forma ruidosas bandadas, flamencos, chajaes, teros, patos, perdices, tiucas, lechuzas, horneros, boyera son algunas de las numerosas aves.

www.fotosaves.com.ar/Falconiformes/Carancho1_…

Ofidios: yarará y víbora de la cruz, en la zona del río Colorado.
Arácnidos: araña pollito, araña tejedora y tarántula.
Especies exóticas: liebre europea, jabalí europeo y ciervo de los Cárpatos. Se encuentran en el ámbito correspondiente a las zonas boscosas de la franja central, perfectamente aclimatadas.

Clima
En al ciudad de Santa Rosa la temperatura media en invierno es de 9,1°. La media en verano es de 22,4° y la media en primavera y otoño es de 15,6°.
Las lluvias alcanzan una media histórica anual de 610 mm, concentrándose principalmente en los meses de primavera y verano, aumentando los últimos años en forma significativa.
Geografía
Relieve

Descripción: http://bits.wikimedia.org/static-1.20wmf10/skins/common/images/magnify-clip.png
La extensa Llanura Pampeana, al este de la provincia.
Como su nombre lo indica, gran parte del territorio de la provincia forma parte de la extensa llanura pampeana, sin embargo, existen importantes variaciones de relieve. El oeste pampeano constituye una zona de transición hacia la región cuyana y del Comahue mientras va ganando altura hasta alcanzar una altitud promedio de 600 m, con cumbres de más de 1100 m, con el Cerro Negro (1.125 msnm) y el cerro Aguas de Torres (aprox. 1.000 m), ambos ubicados en el extremo noroeste de la provincia, como máximas altitudes.

Descripción: http://bits.wikimedia.org/static-1.20wmf10/skins/common/images/magnify-clip.png
Valle de las pinturas, Parque Nacional Lihué Calel.
En el centro oeste se ubican las Sierras Mahuidas, antiguas montañas bajas muy erosionadas entre las que se destacan la sierra de Lihué Calel (ver: Parque Nacional Lihué Calel), las sierras deCarapacha Grande y Carapacha Chica, las Lomas de Olguín, las Sierras Chicas, las de Choique Mahuida y la de Pichi Mahuida. Entre todas estas sierras aisladas y una zona de valles poco profundos se extiende una zona amesetada de substrato volcánico (basáltico) generalmente recubierto de médanos fosilizados con una cubierta de tussok o de caldenal: la Planicie de la Loma Negra y la Planicie Loma Redonda, ambas están separadas por una apenas perceptible cumbrera que corre de oeste a este y que tiene por mayora altura al Cerro del Chancho (392 msnm) ubicado casi en el exacto centro geográfico de la provincia. Al pie de las bardas de las mesetas basálticas surgen manantiales de agua dulce como los de Agua RicaLa Copelina y Puelén.
La parte más llana es la inmediata a las provincias de Córdoba y Buenos Aires, con una zona de hundimiento anegadiza con humedales alimentados por los desbordes del río Quinto, la región centro-oriental de la provincia presenta amplios valles con restos de paleocauces (antiguos ríos) que corren en declive de oeste a este, tales valles se abren en abanico a partir de la altiplanicie cental con suaves bordes y declives desde el oeste hacia el este, entre los mismos se destacan de norte a sur el Bajo Lucero, el Valle NerecóBajo del Tigre,Valle de Chapalcó (o Malal Huaca), Valle de QuehuéValle DazaValle UtracánValle AchaValle Maracó ChicoValle Maracó GrandeValle HucalValle de la Laguna Blanca Grande y el Bajo Las Cuatro Lagunas.

Descripción: http://bits.wikimedia.org/static-1.20wmf10/skins/common/images/magnify-clip.png
Laguna La Arocena, en las cercanías de General Pico.
El centro oeste de la provincia está atravesado por una depresión diagonal originada en una falla tectónica recorrida por el río Chadileuvú-Curacó, y una serie de humedales llamados Bañados del Atuel en el norte, y en el sur las lagunas de Urre LauquenDulce y Amarga y las salinas o salares, restos de antiguas lagunas secas.

Descripción: http://bits.wikimedia.org/static-1.20wmf10/skins/common/images/magnify-clip.png
Laguna Utracán, en el Departamento Utracán.
Finalmente, al oeste de la depresión del río Chadileuvú-Curacó el terreno vuelve a elevarse con la presencia de la Sierra del Fresco y la sierra del ya señalado Cerro Negro, por contrapartida en el sur y sureste de la provincia existen depresiones paralelas al río Colorado, típicas del relieve patagónico como el Bajo del Milico, El Bajo de la Escalera y el bajo de Choique Malal, algunas con cotas de hasta 50 metros bajo el nivel del mar.
Clima
El clima en la provincia es templado húmedo hacia el este y templado seco al oeste. Las precipitaciones superan los 1000 mm anuales en el noreste, lo que posibilita la agricultura por sus buenos suelos enriquecidos con humus y el asentamiento de las personas. Las Precipitaciones disminuyen hacia el oeste, decayendo hasta los 600 mm aproximadamente, en consecuencia la calidad de los suelos es baja, teniendo amplitudes térmicas pronunciadas (lo que es típico de climas continentales), lo que provoca poca densidad de población y la economía regional (poco desarrollada), se dirige hacia la cría intensiva, agricultura bajo riego y actividad minera.
Recursos hídricos

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Embalse de Casa de Piedra.
La hidrografía es escasa aunque con muy importantes cursos. Esta atravesada por el río Salado (del Oeste) también denominado con su topónimo equivalente en mapudungun: Chadileuvú y su continuación el Curacó ("Agua de piedra"). Este curso de agua ha perdido gran parte de su caudal, ya que sus principales afluentes -los ríos AtuelRío TunuyánRío DiamanteMendoza y San Juan- son sobreutilizados para el riego de los cultivos principalmente mendocinos. Hacia el sur, se encuentra el río Colorado.
También se hallan varias lagunas de tamaño pequeño, tal es el caso de la Laguna La Arocena, ubicada a 5km del centro de la ciudad de General Pico, en el departamento Maracó, al norte de la provincia.
Flora

Descripción: http://bits.wikimedia.org/static-1.20wmf10/skins/common/images/magnify-clip.png
Reserva provincial del monte deCaldenParque Luro.
Naturalmente, el sector occidental de la provincia de La Pampa se encontraba poblado por pastizales que en las zonas de arroyos se transformaban en fachinales, hacia el centro, formando una diagonal, se encontraba un bastante denso bosque de algarrobos y -especialmente- de caldenes por tal motivo esa región es conocida como "El Caldenal" y por los ranqueles con el nombre de "Mamül-Mapu" (Tierra de leños). Al oeste del río Chadileuvú-Curacó el suelo pobre en materia orgánica, salitroso y la poca humedad daba y da lugar a un semidesierto estepario con tussoks de clima muy continental, esa fue una de las zonas llamadas por los mapuches y mapuchizados "Huecuvu Mapu" (que se traduce aproximadamente como "Tierra del Diablo").
Fauna
La fauna autóctona contemporánea cuenta con pumasguanacosculpeosmarasñandúesarmadillosvizcachaschimangoscaranchos , jotes, ocasionalmente cóndores (especialmente en las tierras altas del oeste) ; habiendo sido exterminados durante el pasado siglo XX los venados pampeanos y las lampalaguas, y a fines del siglo XIX los yaguares y los perros cimarrones. Como contraparte han prosperado y se han naturalizado los jabalíesciervos colorados, e incluso los ciervos axis y ciervos dama así como las liebres